Reserva Nacional de Paracas – Explorando Perú – Parte 17
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Se encuentra a 250km de Lima, es parte de la franja de Atacama, el desierto más seco del mundo que se junta con el mar más rico del mundo (por la corriente oceánica de Humboldt). En esta publicación les comparto mis mejores fotografías de nuestro recorrido por la zona terrestre de la reserva.
Esta reserva está conformada por tierra y mar, en ella se encuentra una península y la Isla Ballestas (mi post anterior). En total son 335,000 hectáreas de área protegida, 35% desierto y 65% aguas marinas.
En los océanos es posible ver a la ballena jorobada y delfines. Así mismo se puede ver al flamenco parihuana (phoenicoparrus andinus), el hermoso flamenco de alas rojas y pecho blanco que inspiró los colores de la bandera de Perú.
Desde el mirador Punta Santa María, se puede ver la Playa roja, la única en el mundo con arena roja. Como es costumbre en Perú, los paisajes son majestuosos e inmensos, estar ahí en el desierto y frente al mar, es una experiencia indescriptible.
Desde este mirador observamos la zona de restaurantes, lugar en donde almorzaríamos. Por segunda vez probé ceviche de pulpo junto a una buena cerveza cusqueña, no podía faltar.
En el restaurante, mientras preparaban nuestra comida nos acercamos a la orilla y fotografiamos a unos pingüinos de Humboldt que merodeaban en la zona, junto a varios pelicanos.
La Reserva Nacional de Paracas es un lugar en donde habitan más de 1530 especies de animales y plantas, tiene formas de vida muy variadas. En la reserva puedes encontrar el Museo de Sitio Julio C. Tello, en donde podrás conocer más acerca de la historia y especies animales que existen y existieron en el lugar.
En la reserva había varias personas que realizaban el tour en bicicleta. No lo sé, es un lugar desértico y con mucho sol, al menos yo me sentía expuesto, y eso que íbamos en carro, es necesario tomar bastante agua en esas condiciones.
Finalizando
Con esta publicación finalizo la serie de posts de mi visita a Perú.
Quiero mencionar que Perú es un país en donde me gustaría vivir. Me gustaría vivir para poder salir un día y ver las montañas nevadas de Ausangate, salir con mi bicicleta y hacer un tour por la alta montaña o en los senderos de Ollantaytambo.
Me gustaría un día despertar para ver las grandes montañas en Machu Picchu, o bien despertar sin recordar y solo saber que tomé cerveza Cusqueña la noche anterior, mientras respiro el aire frio de Cusco. Me gustaría convivir con alpacas, comer alpacas, pensar como alpaca o simplemente adaptarme a los climas extremos del desierto de Atacama en Ica.